Desafortunadamente nuestro edificio decidió adquirir esta aplicación en lugar de reparar el citófono (de un edificio de menos de 3 años de construido, para el momento de la funesta decisión).Por dónde empezar? Desde la configuración, todo en la aplicación es inquietante: con un código QR se activa y cualquier ser humano que tenga, aunque sea un segundo, este código en su posesión, puede tomar posesión del citófono del predio, y hacer lo que cualquiera de los dueños puede hacer: autorizar trasteos, entradas al predio, reservas, etc. La aplicación no da la opción de generar un cambio de claves que solo conozca el dueño de la residencia, por simple facilidad en el soporte futuro al sistema y ahorrarse unos centavos en personal de atención al usuario (¿o será simple incapacidad técnica? Cualquiera de las dos posibilidades es aterradora).Hace unos meses, (mediados de 2021) los ingenieros de la empresa decidieron apagar los servidores porque descubrieron un "intento de hackeo"... si a empresas como Meta (antes FaceBook) les han vulnerado todas las defensas, cuando una empresa como Logity me dice algo así y que la solución fue reiniciar los servidores, me pregunto hace cuántos años los hackearon y hasta ahora lo notan. ¡Imaginen el gran premio que es hackear la citofonía de una copropiedad!Luego, viene el tema de la calidad de la aplicación: mensajes que no llegan, notificaciones no notificadas, llamadas a portería que no salen de manera aleatoria, llamadas que no entran o, si entran, etc.En fin, si ustedes están considerando una citofonía virtual, piénsenlo tres (¡ni siquiera dos!) veces y vayan por la simple y efectiva solución física. Es infinitamente más seguro y, en todos los horizontes de tiempo, más económico.

No cargan los mensajes, la aplicacion es super lenta y crashea constantemente