JUEGO
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Vuelve a los 90 cuidando de una criatura pixelada en Noa Noa.

Noa Noa!

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Si creciste en los años 90, lo más probable es que hayas jugado con una mascota digital en un dispositivo portátil con forma de huevo, unos cuantos botones y una pequeña pantalla en la que podías ver qué tal se encontraba tu animalito pixelado. Desde entonces, las criaturas digitales han evolucionado mucho. Pero cuando el desarrollador canadiense Tony Coculuzzi empezó a colaborar con Noodlecake Studios en la creación de Noa Noa!, lo que quería hacer era regresar a la simplicidad de aquella época: así que metieron aquel pequeño dispositivo digital tan retro dentro de uno moderno.

Todo empieza más o menos como siempre: te dan un huevo y tienes que incubarlo. A continuación aparece una carita sonriente: es Noa, tu mascota virtual. Para que esté contenta, tienes que alimentarla, jugar con ella y encargarte de que haga ejercicio, descanse y vaya al baño cuando sea necesario. Aunque estés jugando en una pantalla táctil, tendrás que recordarle a tus pulgares que aquí no funcionan los típicos controles táctiles a los que están acostumbrados. El juego mantiene su autenticidad noventera usando sólo tres botones para moverte entre el baño, el cuarto de juegos, el restaurante, la escuela y todo lo demás.

Aún así, estamos en el siglo XXI, así que hay cosas que sí han cambiado. Para empezar, en Noa Noa! ya no eres un niño que está pasando el rato. Ahora trabajas para una compañía llamada Noa Inc. y el gruñón de tu jefe, el Barón Von Noa III, no para de darte consejos sobre cómo debes cuidar del linaje familiar de los Noa y cómo puedes cambiar el amor de tu Noa (que te demuestra en forma corazones) por estrellas con las que podrás adquirir nuevos fondos y dispositivos. ¿Qué hace el Barón en el negocio de las mascotas virtuales? Tendrás que seguir jugando para enterarte.

El juego también realiza una actualización de sus prehistóricas versiones sacando parte de la acción fuera del dispositivo original. Por ejemplo: bañar a tu mascota crea burbujas animadas que puedes estallar con unos toquecillos rápidos y una visita al baño genera otra sustancia un poco más, eh… repulsiva, que ensucia toda pantalla del aparato. Prepárate para limpiarla cuanto antes.

Cada Noa tiene una personalidad única, así que irás aprendiendo qué alimentos y qué juegos son los favoritos de quien tengas a cargo. Y dándoles exactamente lo que quieren descubrirás lo satisfactorio que es verles sonreír.

Para la gente de los 90, puede que nada pueda sustituir al recuerdo de su primer animalito digital, pero Noa podría conseguirlo, así que adéntrate a un nostálgico mundo donde puedes volver a experimentar lo que es cuidar a una mascotita hecha de pixeles.