Es muy posible que alguna vez te hayas encontrado con juegos que llevan la extensión '.io' al final de su nombre. Te preguntarás qué significa. Para descubrirlo, tendrás que rebobinar unos cuantos años hasta el momento en el que un célebre juego llamado Agar.io irrumpió en escena.
El objetivo del juego consistía en comerse unas pequeñas esferas mientras esquivabas otras más grandes. Cada esfera representaba jugadores reales de algún lugar del mundo.
“Todo empezó mientras jugaba con las distintas maneras de renderizar células”, asegura el creador de Agar.io, Matheus Valadares, que explica cómo el sinuoso movimiento de las células observadas en el microscopio fue lo que encendió la chispa de su inspiración.
“Hice que estos círculos tuvieran el mismo aspecto que los de Agar.io y pensé: ‘Oye, no está nada mal. Vamos a convertirlos en un juego’”, recuerda.
En solo unos meses, la enorme popularidad de Agar.io motivó la aparición de un montón de nuevos juegos creados por otros desarrolladores que mantenían los planteamientos esenciales de Valadares. Normalmente son juegos muy accesibles, con objetivos y controles muy sencillos.
Incluso su siguiente juego también seguía la tendencia que él mismo estableció con Agar.io: multijugador, adictivo y visualmente simple. En diep.io, los jugadores van ascendiendo de nivel mientras combaten con tanques sobre un ajetreado campo de batalla multijugador de diseño sencillo. “Desarrollar diep.io solo nos llevó dos o tres semanas”, confiesa.
Conforme vas alcanzando objetivos, cambia el juego y la estrategia, y esto también es una de las claves del diseño .io. "Cuanto más éxito tienes, más grande eres como objetivo", explica Valadares. En Agar.io y otros juegos inspirados en él, cuanto más grande seas, más posibilidades tienes de sobrevivir. Por otro lado, ser grande y poderoso te hace más atractivo para tus oponentes, porque las recompensas por tu desaparición son enormes.
Cuanto más éxito tienes, más te conviertes en el objetivo a batir
Matheus Valadares, creador de Agar.io
Slither.io, uno de los primeros juegos .io que llegó después de Agar.io, reta a los jugadores con una serpiente que crece a medida que va alimentándose de luces de colores. Otro de los juegos con un funcionamiento muy similar al anterior es Hexar.io.
Crash of Cars, un juego multijugador que aterrizó en el App Store este año, puede ser considerado .io, aunque no lleve su marca. La meta de sus combates multijugador, al igual que en los .io, es la de dominar al enemigo. Todo ello potenciado por unos gráficos alucinantes y unos efectos extraordinarios.
Y, ¿cómo se siente Valadares al saber que ha creado tendencia? “Ha sido increíble ver cómo juegos poco pretenciosos y centrados en la función multijugador, se convertían en tendencia”, reconoce, a la vez que admite que “algo que comenzó tan humildemente, se haya convertido en un juego con millones de participantes y una app de éxito, es algo que realmente no me esperaba”.
Llegamos al final y aún no sabemos de dónde viene ese nombre con el que empezó todo. Su creador nos lo cuenta: “Agar es un medio en el que se cultivan células y lo de .io fue sencillamente el dominio que usé para alojar el juego”.