Algunos desarrolladores se obsesionan con las armas espectaculares, los adversarios letales o las historias densas. Pero para Jenova Chen, la fuerza creativa detrás de juegos tan inolvidables como Flower y Journey, hay otras maneras de aproximarse al diseño de los mismos. Él se ha centrado en conseguir que los jugadores sientan algo genuino, ya sea alegría, tristeza, orgullo, miedo o amor.
Esta perspectiva es especialmente palpable en Sky: Children of the Light, su último y más ambicioso título, una maravilla que ha tardado seis años en realizarse. El juego te mete en la piel de un ser infantil capaz de generar y difundir luz, que ha venido al mundo a encontrar las estrellas que han caído en forma de espíritus para ayudarlas a regresar a los cielos.
Según Chen, el juego está diseñado para generar “sentimientos positivos, cálidos y agradables que siento pasan desapercibidos por el resto de la industria”.
Durante tu misión colaborarás con otros jugadores online (hasta ocho simultáneamente). Chen espera que resolviendo ingeniosos puzzles, esquivando a traicioneros monstruos o simplemente dándose la mano en un vuelo por las nubes, los jugadores establezcan conexiones con desconocidos y fortalezcan los lazos de amigos y familiares que jueguen con ellos.
Su objetivo es ambicioso, pero Chen y sus compañeros de thatgamecompany están convencidos de que su misión es diseñar experiencias de juego más colaborativas y altruistas. Esta filosofía los ha llevado a hacer pruebas con decenas de miles de jugadores durante más de un año, convirtiendo al equipo en una especie de, según Chen, jardineros virtuales. “La parte divertida del trabajo es combatir nuestro mal comportamiento. Podamos las cosas feas y cultivamos las que sí funcionan”.
Uno de los aspectos más positivos del juego es que permite que los jugadores muestren su personalidad a través de su apariencia y forma de actuar. Entre las personas que probaron el juego antes de que se estrenara, había una mujer con depresión severa que comentó que ese aspecto del juego era muy liberador. “Cuando jugaba Sky, se sentía más ella misma”, nos cuenta Chen.
La misma mujer indicó que apreciaba haber encontrado una conexión con otros jugadores. “El juego tiene muchas capas para que el jugador se exprese. Puedes identificar a tus amigos sólo con ver cómo se mueven”, añade Chen.
A diferencia del rumbo lineal e independiente del anterior lanzamiento de thatgamecompany, Journey, Sky es un juego mucho más amplio y de final abierto. Sus desarrolladores confirman que durante los próximos meses habrá un flujo constante de nuevos personajes, objetivos y sorpresas.
Chen nos cuenta que el equipo decidió estrenar Sky en iPhone y iPad para que el juego fuera lo más accesible posible y que, ante todo, permitiera que los jugadores que no han tocado un videojuego en su vida pudieran comprender los controles a la primera, deleitándose en el mundo de Sky y abrazando las conexiones que ofrece. “Esto es un encuentro entre tecnología y humanidad”, comenta Chen.