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Lo esencial: Clash Royale
Clash Royale
¡Épicas batallas de cartas!
Es difícil imaginar un multijugador más inmediato y visualmente entretenido que Clash Royale, un juego que a los pocos segundos de tocar el ícono de las espadas cruzadas para iniciar una batalla, ya te sumerge en combates contra duendes, goblins y gigantes. ¿La recompensa? Coronas, gloria y el ascenso en los rangos.
Cada batalla suele comenzar con cautela por ambas partes y es que sólo se pueden jugar un par de cartas de una sola vez, tanto si es un bebé dragón que eructa bolas de fuego como si se trata de tres veloces duendes. Tu gran oportunidad viene cuando, después de los movimientos iniciales, logras hacerte una idea de cómo es la baraja que maneja tu oponente, permitiéndote adaptar tus estrategias y prepararte para cualquier posible amenaza.
El lugar donde coloques tus cartas es crucial. Atacar a tu oponente directamente no siempre es buena idea. Es recomendable, por ejemplo, colocar duendes con lanzas detrás de una torre para machacar a los soldados enemigos de a pie desde una distancia segura. Otras veces, lo mejor será que tu rival haga el primer movimiento: reserva un hechizo zonal, como una lluvia de flechas o un tornado, y podrás derribar a un grupo de oponentes con un solo ataque.
Aunque los cofres que ganas en las batallas te permiten potenciar tus unidades, el secreto de Clash Royale está en usar tácticas ingeniosas; estas siempre vencen a la fuerza bruta: los gigantes que se mueven lentamente pueden ser derribados si los rodeas con un enjambre de pequeños esqueletos, y los montapuercos siempre van directos hacia las torres aunque tu oponente esté ejecutando maniobras de distracción.
Las batallas suelen alcanzar su punto de ebullición cuanto más se acerca el final, ya que el medidor de elixires se rellena cada vez más rápido (primero x2 y después x4), particularidad que te permite lanzar ataques poniendo toda la carne en el asador o defenderte a muerte para aferrarte a la ventaja que hayas obtenido.
Con tantas cosas nuevas por hacer y por ver, nuevas arenas, cartas legendarias y el emocionantísimo modo 2v2, una partida de Clash Royale siempre te dejará con ganas de más. ¡Al ataque!