Pst, vamos a contarte un secreto. Cuando sacas una foto con la app Cámara de tu iPhone, lo que ves no es exactamente lo que ve el sensor de la cámara.

Antes de que la foto aparezca en pantalla, se procesa: la luz que llega llega al sensor, recogida en sucesiones compuestas por 0 y 1, necesita ser convertida en una imagen. El procesamiento fotográfico automático de Apple hace más que eso, consigue que la imagen sea tan llamativa y nítida como en la vida real, reduciendo el ruido, añadiendo nitidez y compensando las diferencias lumínicas que nuestros ojos pueden detectar, pero las cámaras no.

En definitiva, convierte la información del sensor en una preciosa fotografía que no ocupa mucho espacio en tu iPhone y que está preparada para ser compartida con el mundo. Genial, ¿no?

Lo que hace un archivo de imagen RAW es saltarse este proceso. Contiene más cantidad de la información que ha captado el receptor y te permite tener el control absoluto de su procesamiento. Por eso es una imagen “raw” (cruda en inglés).

Entiendo. Pero ¿de qué me serviría?
Las imágenes RAW requieren un poco más de trabajo de edición y ocupan más espacio. Pero a cambio obtienes muchos más datos y más control sobre factores como el rango dinámico, los colores y el ruido.

El resultado es una imagen increíblemente detallada, totalmente ajustable y de altísima calidad.

Los aficionados a la fotografía analógica pueden hacerse a la idea de en qué consiste este formato con este ejemplo. Una imagen JPEG o HEIC es el equivalente a llevar a revelar el carrete y dejar que el laboratorio lo procese como le parezca. Una imagen RAW permite que seas tú quien se meta en el cuarto oscuro para darle los matices que quieras.

Hace tan sólo unos años, las imágenes RAW sólo eran accesibles para profesionales con cámaras DSLR. A continuación, te mostramos cómo capturar imágenes RAW y cómo editarlas para obtener imágenes increíbles con la única ayuda de tu iPhone.

Entonces, ¿cómo hago una foto RAW?
Sacar una imagen RAW con alguna de las muchas apps que utilizan este formato es similar a lo que haces para captar una foto normal. En este caso, vamos a usar la app Halide - RAW Manual Camera.

Descarga y abre la app, y desliza la barra de herramientas superior (encima del triángulo amarillo) y activa el ajuste RAW (se pondrá amarillo).

Ya puedes capturar tu imagen. ¡Ahora a tomar fotos igual que siempre! Es probable que ni siquiera notes la diferencia. Y es que la magia de RAW llega en el momento de la edición.

Bien, ya tengo mi imagen. Y ahora, ¿cómo la edito?
Después de sacar la foto, toca sobre su miniatura, situada en la esquina inferior izquierda, para echarle un vistazo.

Verás dos opciones en la esquina superior derecha: RAW y JPEG (o HEIC, dependiendo de tu configuración). Toca los dos formatos para ver la diferencia, y no te preocupes si la imagen RAW tiene peor pinta: menos contraste, más apagada y menor rango dinámico para que los detalles oscuros y las luces (como un cielo brillante) retengan información. Arreglaremos todo eso cuando nos pongamos a editar.

A continuación, toca en la miniatura de la foto para poder examinar el resto de las tomas. Selecciona una y toca los dos triángulos de la parte inferior de la pantalla para exportarla a una de nuestras apps de edición favoritas: Darkroom - Photo Editor.

A diferencia de un archivo JPEG o HEIC, los matices de la temperatura cromática de una imagen RAW se pueden ajustar sin problemas. Esto es de gran ayuda si no ajustaste el balance de blancos cuando sacaste la foto o si quieres exagerar los colores de la imagen.

Toca el botón de los controles deslizantes y ajusta la Temperatura para ajustar el equilibrio naranja/azul y el Tinte para matizar el equilibrio verde/magenta.

Usaremos la información añadida por el sensor de la cámara para reducir el impacto de las luces altas y acentuar los detalles de las sombras en los controles correspondientes. Si quieres realizar ajustes lumínicos todavía más específicos, basta con que entres en la pestaña de la curva de niveles.

Tal y como lo harías en la versión de escritorio de una app profesional, puedes ajustar las curvas para aumentar o disminuir la exposición. ¿Quieres resaltar detalles que están en sombra? Toma el punto de la izquierda del histograma y arrástralo hacia arriba. ¿Quieres bajar la intensidad del cielo? Toma el punto superior y arrástralo hacia abajo.

A continuación, aclararemos algunos de los procesos que la app Cámara realiza automáticamente y que el formato RAW nos permite controlar.

Ajusta la saturación hasta que los colores encajen con lo que buscas o nivela la intensidad para evitar que se sobresaturen los que ya estén perfectos.

Subir la nitidez puede mejorar tu fotografía añadiendo detalle y calidad. Los paisajes suelen mejorar bastante con este ajuste, pero en los retratos hay que aplicarlo con sutilidad.

Como puedes ver, las imágenes RAW rinden especialmente bien en situaciones con poca luz y en escenarios con alto rango dinámico (como una puesta de sol).

Eso es todo. Tienes una infinidad de imágenes de alta calidad a la vuelta de la esquina. La potencia del sensor de la cámara de tu iPhone ya está en tus manos.