Juego Leela.Serpientes&flechas 4+

Estás en el umbral de un fascinante viaje a tu propio mundo interior. El juego antiguo es único, te da el poder de cambiar tu vida para mejor. ¡Que lo disfrutes!

Sobre el Juego.

La historia del juego se remonta a 1.500 o 2.000 años antes de Cristo.
Nuestra investigación sobre la historia del juego sugiere que el juego, en muchos aspectos similar a nuestra versión de Serpientes y Escaleras, ha existido durante muchos siglos y es probablemente el juego más antiguo conocido de su tipo. El juego tiene muchos títulos: Leela, Gyan Chauper, Serpientes y Escaleras, que son sólo los más famosos. Hay incluso más variaciones en las reglas e interpretaciones del juego.

Nos esforzamos por preservar la maravilla del antiguo juego y utilizamos un enfoque científico y métodos de psicología.
Este antiguo juego, como todas las prácticas espirituales del pasado, tenía matices religiosos. Intentamos despojar al juego de su lenguaje religioso y de sus nombres específicos hindúes, manteniendo sus valores humanos. El resultado es una maravillosa práctica mental que ayuda a los seres humanos a darse sentido a sí mismos.

Nos gustaría que entendieras que consideramos el conocimiento y los valores religiosos como la sabiduría milenaria de la humanidad, las leyendas, que desde distintas partes del mundo han absorbido, recogidas a lo largo de los siglos de todo el mundo el conocimiento y la sabiduría de todas las generaciones de la humanidad. La fe en sí misma es un milagro curativo, pero las diversas prácticas mentales reunidas intuitivamente por las diferentes culturas son muy similares entre sí. Oración y meditación. Los preceptos y formas de pensar de la filosofía oriental.

La mecánica del juego y nuestra concepción de cómo el juego puede ayudar a los humanos.
Nuestra pasión es crear aplicaciones útiles, cómodas y eficaces que lleven la sabiduría de la humanidad a los usuarios de Internet. Nos parece que el hombre moderno se asfixia ante la ausencia de prácticas tan importantes para nuestra conciencia. Estamos inmersos en las redes sociales y los dispositivos, estamos rodeados de información, pero no de conocimiento, y como resultado, estamos deprimidos y no encontramos ni un minuto para nuestros propios pensamientos y deseos. Ya que la humanidad está inmersa de una vez por todas en la era digital, queremos permitir que la humanidad se dé cuenta de esta parte importante de sí misma también en este espacio digital.

El juego en sí es muy sencillo.
Hay un campo de 68 a 124 casillas en diferentes versiones. Unas escaleras o flechas y serpientes mueven al jugador hacia arriba o hacia abajo en el campo. Curiosamente, cada casilla suele tener un significado y el jugador suele haber descrito ese significado o instrucción. Por ejemplo, en la famosa versión inglesa de Serpientes y Escaleras, el editor ha sustituido las ideas de la filosofía hindú por los valores puritanos de la Inglaterra victoriana.

Nuestra versión del juego tiene 72 casillas.
El juego comienza en 68 casillas y termina ahí. Normalmente se necesitan unos 30-50 movimientos para completar la partida. Para iniciar el juego, el jugador debe plantear su pregunta, formular su problema u objetivo clave. Insistimos en que este paso es crucial. El propio trabajo del jugador para formular su pregunta es una valiosa práctica psicológica en sí misma.

Cada campo ofrece al jugador pistas adicionales durante el juego, todas ellas contienen como significado conceptos y valores humanos universales esenciales. Una persona, al recibir estas pistas del juego, puede formular con mayor precisión el propósito de su vida, ver los caminos que conducen a la realización, las trampas y los peligros de su vida.

Un poco sobre la maravilla de la fe y el misticismo del juego.
Incluso sin la creencia del jugador en la capacidad del juego para realizar milagros, el juego los realiza, como hemos señalado, de forma muy poco mística. Pero todos los que han probado este juego quedan inevitablemente fascinados con la idea del milagro del juego, su capacidad de cambiar su universo interior y, por tanto, el universo exterior.