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Noche de juego de mesa: Monopoly
MONOPOLY
El juego oficial de Hasbro
Sacar el tablero de Monopoly es una antigua tradición familiar en la que muchas veces las partidas duran tanto que no da tiempo a terminarlas.
El juego de mesa se acaba de renovar con una versión digital que te abre un mundo de posibilidades. Plagado de brillantes cualidades adicionales, el Monopoly del App Store es una inversión segura: un juego dinámico, divertido y auténtico.
1. ¡Es fácil!
Configurar el juego es muy sencillo, tanto si lo haces con un pase para jugar con gente en la misma habitación como si organizas una partida online. Selecciona tus reglas, pelea para ver quién se lleva la ficha del sombrero de copa y a jugar se ha dicho. Para que puedas concentrarte en conducir, negociar y arruinar a los demás, las finanzas se gestionan de manera automática, así que ya no hace falta que designes a alguien para que sea el banco.
2. ¡Es rápido!
¿No tienes tiempo de terminar la partida en una sola sentada? Haz una pausa y sigue más tarde. O mejor aún, utiliza un modo de juego con reglas pensadas para acelerar la partida con hoteles más baratos o suprimiendo impuestos. Dile al contador que busque otro empleo…
3. ¡Es personalizable!
Las reglas de Monopoly no han cambiado demasiado desde 1935, así que ¿qué tal si las estiramos un poquito? Consigue $400 (en lugar de $200) cuando pases por la casilla de Salida, o sal de la cárcel después de un turno.
4. ¡Es precioso!
La versión digital de Monopoly tiene un encanto visual muy especial. Por su tablero circulan trenes que se meten por túneles y hay pequeños helicópteros surcando sus cielos. Las fichas animadas tintinean al pasar por las casillas con propiedades y una sirena de policía suena cada vez que te llevan de vuelta a la cárcel.
5. ¡Es ampliable!
¿Te aburres de ver el mismo paisaje? Los complementos adicionales te permiten jugar con nuevas fichas y temáticas, como la que convierte el tablero en una estación de esquí. Obtén el “Pack de explorador” para desbloquear más de 30 variantes internacionales. El equivalente francés al Paseo del Prado es la Rue de la Paix. ¡Oh la la!