CULTURA DE APPS
Arte del tamaño de una ciudad
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La mayoría de los artistas utilizan un lienzo, una hoja de papel o un iPad como soporte para su obra. Pero Stephen Lund no es el típico artista.
El canadiense utiliza Victoria, su ciudad natal en Canadá, como lienzo. Su bici, su iPhone y su app favorita, Strava, le permiten dibujar imágenes tan grandes como una ciudad entera.
Lund descubrió esta app de ciclismo GPS durante el verano de 2014 y enseguida se hizo fan de monitorizar todos los aspectos de sus andanzas en bici. Él, sin embargo, a diferencia de los millones de usuarios de la app, vio que los mapas de gestión e identificación de rutas de este rastreador también podían tener una dimensión artística.
“Cuanto más miraba esa línea roja, más me convencía de que ahí había una manera de divertirse de forma creativa”, nos cuenta. “En la víspera de Año Nuevo 2014, mientras pensaba en mi paseo matutino, de pronto se me ocurrió: ¿por qué no intento escribir algo en las calles? Escribí ‘¡Feliz 2015!’”.
Planificando cuidadosamente su ruta en un mapa físico, Lund se montó en su bicicleta y usó Strava para superponer la línea de ruta digital sobre la ciudad. Desde ese primer intento, que él califica de torpe, sus imágenes han aumentando considerablemente de tamaño y se han vuelto más ambiciosas.
Lund ha buscado nuevas e innovadoras formas de crear imágenes y ha realizado más de 300 obras usando Strava, pedaleando una media de 70 kilómetros para cada una.
“Al principio resalté todas las carreteras principales en un mapa y de ahí surgió un edredón de parches con formas que, al juntarse en algunos puntos, transmitían inspiración para imágenes”, explica.
“Al concluir el resaltado de las carreteras, se distinguía perfectamente a una jirafa sobre el mapa, era imposible no verla. Era increíble que eso llevara toda la vida en las calles de Victoria pero que nadie más lo hubiera visto”.
“Ahora planifico una ruta en un mapa usando Photoshop y la guardo en mi iPhone como PDF. Después de eso voy parando periódicamente para asegurarme de que estoy siguiendo el camino correcto”.
A pesar de estar cada vez más seguro de lo que hace y de llevar a cabo unos diseños cada vez más complejos, las aventuras de Lund creando arte con Strava no han estado libres de problemas.
“En la época en la que estaba empezando, descubrí que el rastreo por GPS no tiene borrador. La primera imagen que arruiné fue porque me desorienté cuando llevaba unos 30 kilómetros recorridos. Hice un par de giros equivocados y me di cuenta de que había arruinadi la imagen”.
“Volví al punto de partida y empecé de nuevo. Basta con que te pase eso un par de veces para que aprendas la lección”.
Saltarse una calle no es el único problema cuando se crean imágenes que pueden abarcar millones de metros cuadrados.
“Uno de los grandes desafíos del arte GPS es que las carreteras no siempre están de tu lado. A veces te encuentras con un obstáculo que está justo por donde quieres ir. Lo solucioné pausando Strava al lado del obstáculo, tomando una ruta alternativa para rodearlo hasta el otro lado y reiniciando la app para que conectara directamente esa línea a través del edificio”.
“Ha habido quien me ha dicho que eso es hacer un poco de trampa, pero yo creo que no es más tramposo que lo que hace un fotógrafo cuando usa Photoshop. Cuando creas arte, innovas y haces cosas para experimentar”.
“A medida que empecé a hacer más, me di cuenta de que esto no sólo se trataba de crear imágenes geniales, sino de explorar la ciudad. Esto es un viaje a través de la resolución de problemas: cómo encontrar la ruta y las carreteras que puedo usar para completar la imagen que tengo en la cabeza”.
“Si esto sirve para inspirar a que más gente esté activa, explore sus ciudades y se divierta haciendo ejercicio, creo que entonces es algo maravilloso”.